(Ecuador - 20 de agosto de 2023)
“¿No te olvidas el esfero?” le pregunta una joven a su compañero mientras caminan en dirección al recinto electoral de la Universidad Salesiana en Quito. No se confunda estimado lector, no es que la crisis haya llegado el extremo de que en las juntas electorales no haya esferográficos para marcar el voto. Cada recinto electoral está equipado con todo lo necesario para que los ciudadanos puedan votar. El tema de fondo es la desconfianza ciudadana. Días previos a las elecciones circulaban unos vídeos por redes sociales en donde se recomendaba llevar su propio bolígrafo ya que supuestamente los dispuestos en las mesas electorales podían borrarse al exponerse al calor. Recordando bien, esos vídeos me resultan conocidos de otras elecciones pasadas, por lo que la desconfianza viene de tiempo atrás.
Llego cerca de las 2 de la tarde al recinto electoral. Me llama la atención que la calle de acceso está parcialmente cerrada y hay una camioneta de la policía municipal, pero nada fuera de lo común. Aunque sí hay algo curioso: en las paredes aledañas se encuentra pintado - con una plantilla - un retrato del candidato Otto (quien fue vicepresidente en el gobierno de Lenín Moreno) con una consigna en su contra. El recinto electoral no tiene mucha concurrencia a esa hora; en la planta baja hay un espacio con mesas para descansar y varias personas están sirviéndose alimentos. Al subir las gradas me dirijo a la mesa que me corresponde y por primera vez veo presencia del ejército, al igual que en elecciones anteriores. Hubo el rumor de que verificarían los bolsos o mochilas a la entrada, y que habría una nutrida presencia del ejército en los recintos, pero el ambiente se ve como en pasadas elecciones: gente que entra y sale con paso apurado y personas ubicadas a la salida preguntando si se quiere emplasticar el documento. Rumores anticipados para estas elecciones anticipadas.