El sábado 24 de enero, la Basílica del Voto Nacional en Quito acogió a la comunidad cubana en la entronización de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre conocida también como Cachita. El evento inició a las diez de la mañana en el exterior de la Basílica, en donde se presentó una preciosa danza realizada por una mujer cubana que representó a Yemayá, hermana de Oshun (en el contexto de las religiones de matriz africana). La danza simbolizó el recibimiento de Yemayá a Nuestra Señora en la puerta de la Basílica. Posteriormente hubo una eucaristía presidida por el párroco y rector de la Basílica del Voto Nacional, José Fabián Camayo. En la eucaristía se encontraban presentes más de trescientas personas y al final de la misma la comunidad cubana resaltó su cultura y su agradecimiento especial por la acogida de los ecuatorianos a los cubanos residentes en Quito y en el país en general. Eduardo Viamonte, donante de la imagen junto con su familia, trasladaron a Cachita al retablo correspondiente, junto a otras imágenes de devoción mariana en Latinoamérica. Como acto final, en el patio interior del templo, el artista Luis Alberto Saavedra procedió a la izada de la bandera cubana, para finalmente concluir con el himno a Cuba.
Una talla cubana creada por manos ecuatorianas
La talla de “Nuestra Señora de la Caridad del Cobre" entronizada en la Basílica es una escultura en madera de cedro trabajada por el maestro Oswaldo Ibadango, oriundo de San Antonio de Ibarra (Imbabura), localidad conocida por acoger a numerosos artistas talladores y escultores en madera. El maestro Oswaldo tiene una experiencia de más de 30 años en su oficio de tallista, inculcado por su padre y desarrollado gracias a diversas influencias artísticas, como la del maestro Alfonso Rubio, conocido por haber conservado el legado de la Escuela Quiteña y ha sido considerado “el último Caspicara”.
La elaboración de la talla de “Nuestra Señora de la Caridad del Cobre” no fue tarea fácil, por cuanto el artista tenía como modelo únicamente una estampita impresa de la imagen, por lo que era necesario “tridimensionarla” por lo cual el maestro Oswaldo debió de recurrir a su experiencia e imaginación artística. Para este artista ecuatoriano, crear una pieza religiosa que pertenece al pueblo cubano constituyó una novedad por cuanto creía que los cubanos no valoraban la religión, debido al régimen político de su país. Sin embargo, se encontró con una comunidad cubana creyente que puede expresar libremente sus fe.
El párroco José Fabián Camayo afirma que “por iniciativa del Cuerpo Diplomático surge la idea de construir un retablo en cedro dorado para colocar y venerar las principales advocaciones marianas latinoamericanas. Desde hace 10 años se ha ido formulando y preparando ese ideal de que todos los países latinoamericanos tengan su advocación de la Santísima Virgen en la Basílica del Voto Nacional como centro de peregrinación, centro de romería y centro de encuentro, de fe y de amor con la Santísima Virgen, quien a través de su veneración y de su amor nos trae al encuentro de Jesús el Salvador”. Hasta el momento, en la Basílica se encuentran las advocaciones marianas de Colombia, Brasil, Perú, Chile, Puerto Rico, Nicaragua, Argentina y Cuba. El día de la fiesta nacional y de la fiesta mariana de cada país, se peregrina hacia la Basílica como “recuerdo de la intercesión y en oración y suplica por los gobernantes e intercesiones de cada país”. En el caso de la entronización de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre constituyó un esfuerzo de muchas personas y familias que “con mucho amor y sacrificio costearon de sus propios bolsillos el escudo en piedra de Cuba, la bandera heráldica del país y la sagrada imagen en cedro”.
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Actualmente la imagen, en el Santuario del Cobre, en Santiago de Cuba, está vestida de traje amarillo con bordados de oro. Pero dicen que su primer vestido fue azul y blanco, y que la tela del fondo del altar era roja, y que fueron esas mismas telas las que tomaron los mambises para coser la primera bandera cubana. Ellos, con ese gesto, deseaban poner su lucha de liberación a los pies de la Virgen María
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